A Joven le ha tocado una vida fea. Joven tiene un Padre ausente, misógino y disfuncional. Joven tiene una Madre irascible, incapaz de comunicarse y con una obsesión malsana por el orden. Joven pasa la noche en el sofá porque su dormitorio es una habitación de alquiler para turistas. En fin, ¿qué se le va a hacer? Joven es joven. Y por eso Joven tiene un plan: buscar la manera más bella de acabar con su vida. Aunque al principio el proceso le resulta de gran ayuda como método de evasión, Joven termina dándose cuenta de algo que le impedirá conseguir su tan ansiado objetivo: en realidad, Joven no puede morir porque es un personaje de ficción. Incapaz de poner solución a sus problemas de un solo golpe, Joven tendrá que asumir una aterradora verdad: la única manera de alcanzar la belleza es llegando hasta el final.